domingo, 17 de mayo de 2009

Temores: lo que Reiki NO es

Es bueno tocar el tema de los temores e impedimentos comunes que pueden llegar a trabar nuestra confianza y nuestro desarrollo como reikistas.
El primer lugar lo ocupa la impresión de que todo puede ser un engaño y una inocente autosugestión. Este temor suele disolverse rápidamente tras los primeros tratamientos y los resultados que se obtienen en ellos (siempre y cuando seamos razonables en lo que “pedimos” al Reiki).
A veces esto viene acompañado de la dificultad de tener una percepción sensorial del fluir del Reiki a través de nuestro canal interno, pero en los casos que ello sucede los resultados mismos suelen relajar la confianza del reikista y con ello se abre el cuerpo a las nuevas sensaciones. Es muy importante no confundir el hecho de canalizar Reiki con nuestra capacidad de percibirlo físicamente. En un caso estamos hablando de la esencia misma de la sintonización con la energía universal, mientras que en el otro hablamos de una cuestión puramente interna y personal: hay personas que tiene un grado de sensibilidad mayor a fenómenos energéticos, y son capaces de percibir enseguida el flujo del Reiki, mientras que otras tardan un poco más.
Otro temor frecuente es el de estar dentro de una secta, círculo mágico o cualquier otra organización que implique creencias forzosas. Ya se dijo que nada más alejado de ello. En realidad, el Reiki es tan independiente como sistema, que admite que cada cual le encuentre el fundamento y raíz donde lo desee, según sus propias creencias particulares.
Otra cosa común es suponer que ciertas personas, especialmente en ambientes burgueses, puedan llegar a mofarse o creernos “raros” si se enteran de que estamos haciendo un curso de Reiki. Si bien hay mucha gente de mentalidad estrecha que puede hacernos sentir incómodos, generalmente la reacción no suele ser de burla sino más bien de sorpresa y de curiosidad. Además, hay que animarse a difundir el Reiki y que somos reikistas. No solamente como contribución genuina a la evolución de la raza humana, sino que además comprobaremos que no estamos solos. Es muy probable que tengamos más de un amigo reikista que nunca nos dijo nada por sentir la misma “vergüenza” que nosotros podemos llegar a sentir al contarlo.
Por ello es útil estudiar definiciones “mundanas” para explicar a los amigos de qué se trata esta cosa tan extraña que estamos aprendiendo. El propio sensei Usui dedicó una importante sección del Hikkei a lo que denominó “Explicación de la Instrucción para el Público”, para explicarlo a gente ajena a estos asuntos.
Sólo una vez en la vida se inicia uno en un grado de Reiki, por lo cual se trata de una ocasión para celebrar. Concederse a uno mismo la serenidad que se necesita para entrar en la Energía sin dudas no es un requisito esencial, ya que de cualquier forma, las ceremonias iniciáticas nos van a transformar en un canal Reiki. Pero siendo alegres y receptivos, podremos disfrutar del seminario de principio a fin como un momento único y colmado de sensaciones que no se olvidan nunca más.

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